Shai Gilgeous-Alexander y el logro que ha puesto celoso a LeBron James
El jugador de los Thunder se convierte en el cuarto en la historia en conseguir en una misma temporada título de máximo anotador, MVP, campeón de la NBA y MVP de las Finales.

Kareem Abdul-Jabbar, Michael Jordan, Shaquille O’Neal y finalmente Shai Gilgeous-Alexander. El canadiense ya se sienta en la mesa de los jugadores más grandes de la historia de la NBA tras haber conseguido el anillo ante los Indiana Pacers con un triunfo más que ajustado por 4-3 en unas finales inolvidables.
Era la primera vez desde 2016 en que se alcazaba un séptimo partido en la serie por el título de la NBA y Shai Gilgeous-Alexander no falló en una cita que puede marcar el resto de su carrera deportiva. El jugador franquicia de los Oklahoma City Thunder hizo buenos unos pronósticos que muchas veces pueden llegar a ser traicioneros, tras haber conseguido el mejor balance de toda la NBA con 68 triunfos.
Shai lideró a los Thunder en una postemporada brillante que se saldó con un balance de 16 victorias y 7 derrotas. El escolta promedió 29,9 puntos, 5,3 rebotes y 6,5 asistencias en unos Play-Off,s que le han servido para certificar su estatus de superestrella de la NBA con apenas 26 años.
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Con lo mejor de lo mejor
Jabbar fue el primero en lograr este cuarteto de máximo anotador, MVP, campeón de la NBA y MVP de las finales que, sin ir más lejos, se le ha resistido al mismísimo LeBron James a lo largo de su carrera y que hace que muchos le saquen de la carrera por ser el mejor de la historia. Volviendo al histórico pívot del ‘sky-hook’, Kareem logró este tridente de objetivos sólo una vez en su carrera y fue en 1971 cuando militaba en los Milwaukee Bucks.
El pívot disputaba su segunda temporada en la NBA y terminó como máximo anotador de la competición con 31,7 puntos por partido bien aderezados con 16 rebotes por cita. Jabbar ganaría el título tras vencer a San Francisco, Los Ángeles y finalmente a un Baltimore al que barrieron por 4-0 en la serie por el título.
MJ es único e irrepetible
Nadie pensó que esa marca fuese batible para algún mortal hasta que apareció Michael Jordan en las canchas de la NBA y puso el listón todavía más alto. El escolta de los Chicago Bulls consiguió hasta en cuatro ocasiones ser el máximo anotador de la NBA, el MVP, el campeón de la NBA y el MVP de las finales, sumando estos logros en las temporadas 1991, 1992, 1996 y 1998.
Jordan fue una bestia competitiva como nunca antes se vio en una cancha de baloncesto y esto da una dimensión de lo complicado que es lo conseguido por Gilgeous-Alexander en 2025. A lo largo de esos años, MJ se cobró como víctimas a gente del nivel de Magic Johnson, Clyde Drexler, Gary Payton o Karl Malone -sólo mencionando las finales-.
Un último integrante y otros que se quedaron cerca
El último en la lista fue un Shaquille O’Neal que lo consiguió en el año 2000, el momento de su prime con los Lakers. El último gran pívot dominante fue propiamente un one season wonder, puesto que en ese mismo año logró su único MVP y su único título de máximo anotador a lo que añadiría, eso sí, dos MVP más de las finales.
Grandes jugadores como Kobe Bryant, LeBron James o Stephen Curry consiguieron tres de los cuatro objetivos de esta encuesta, pero nunca los cuatro en un mismo año. LeBron James lo ha perseguido con ahínco a lo largo de su carrera, aunque su punto débil siempre fue ganar el premio al máximo anotador, cosa que solamente logró en 2008, pese a ser el máximo anotador de todos los tiempos en cuanto al total.
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