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Rafa Nadal tomará parte en sus terceros Juegos Olímpicos desde este sábado. El tenista participó anteriormente en Pekín 2008 y en Río de Janeiro 2016, perdiéndose las citas de Londres 2012 y Tokio 2020 por diversas lesiones. El tenista tiene un 100% de éxito consiguiendo medalla de oro en los Juegos.

Abanderado en Río 2016, la carrera olímpica de Rafa Nadal no tiene parangón. En individuales, presenta un balance de 10 victorias y sólo dos derrotas, mientras que en dobles es de seis victorias y una derrota. El balance global que tiene Rafa son dos medallas de oro y un diploma olímpico.

La increíble cuota a que Nadal gana el oro en individuales

El primer oro

Nadal venía de ganar Roland Garros y Wimbledon antes de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Era el tenista más en forma del mundo, pero el cabeza de serie número uno era un Roger Federer que quería a toda costa ganar medalla en tierras mandarinas. A Rafa le tocó un cuadro poco asequible, pero su momento de inspiración era envidiable.

Cedió un set ante el italiano Potito Starace en primera ronda y ya no volvería a perder otro hasta semifinales, cuando venció a Novak Djokovic. Nadal se presentó en la final contra el chileno Fernando González, a quien no le dio oportunidad venciéndole por 3-6, 6-7 y 3-6 para ganar su primer oro olímpico.

Rafa también participó en Pekín en dobles junto a Tommy Robredo, siendo eliminado en segunda ronda por un Lleyton Hewitt al que venció en esa misma fase en individuales. Nadal vio como su archienemigo Federer se consoló con ganar el oro en dobles junto a su pareja Stan Wawrinka.

El manacorense no pudo participar en los Juegos Olímpicos de 2012 tras la lesión más importante de su carrera: rotura del tendón rotuliano de la rodilla izquierda. La hierba de Wimbledon se perdió el show que posiblemente hubiese dado un Rafa que en el All England Club había dejado el mejor partido de todos los tiempos ante Federer años atrás.

El retorno del rey

Para 2016, Rafa se encontraba en una enorme crisis de resultados y juego. Falto de confianza, el Comité Olímpico Español le entregó la más alta distinción, siendo abanderado en la cita en Río de Janeiro, y quizá ese empujón le hizo volver a sus raíces y creer que era posible triunfar.

Pese a jugar en pista dura, Nadal demostró que no había perdido el toque y junto a su ahora entrenador -Marc López- fue avanzando rondas y rondas en el doble, al mismo tiempo que adquiría confianza en individuales. Rafa volvía a estar en posición franca para ganar una o más medallas olímpicas, presentándose en ambos torneos en semifinales.

Nadal tuvo una batalla increíble contra Juan Martín del Potro cediendo por 5-7, 6-4 y 7-6 en uno de los tie-break finales más increíbles de la historia. El español se dejó la piel por entrar en la final, pero no pudo con la fortaleza del argentino y con el sobreesfuerzo que estaba haciendo (jugando el doble casi de seguido a los partidos de individuales).

La suerte le devolvió la moneda a Rafa en las semifinales del doble, ganando a la pareja canadiense Nestor-Pospisil por un doble 7-6 (imponiéndose en sendos tie-breaks). El manacorense puso el foco en esta medalla y lo dio todo para superar a la pareja de rumanos Mergea-Tecau por 2-6, 6-3 y 4-6 y así ganar el oro en esta disciplina.

Un Nadal totalmente desfondado intentó ganar el bronce ante el japonés Kei Nishikori, pero el español cedió por 2-6, 7-6 y 3-6 en el que ha sido hasta la fecha su último partido olímpico. Rafa volverá en Paris a intentarlo en la pista donde ha sido 14 veces campeón de Roland Garros. Malo será que no rasque medalla.