CICLISMO
Tour de Francia: ¿Corre el tiempo a favor de Vingegaard y en contra de Pogacar?
El vigente campeón de la ronda está esperando a que pasen las semanas en busca de un desfallecimiento de sus rivales.
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Jonas Vingegaard está cocinando a fuego lento su posible victoria en la presente edición del Tour de Francia. El danés está mejorando día a día sus prestaciones después de no haber competido desde el mes de abril tras sufrir una terrible caída en la Itzulia -también conocido como Vuelta al País Vasco-, que le mantuvo varios días en el hospital.
El líder del Visma-Lease a Bike ha llegado muy justo de forma, confiando en que conforme avance la carrera su golpe de pedal mejorará al tiempo que el de sus rivales decaerá. Tadej Pogacar se encuentra ante el gran reto de ganar en una misma temporada Giro y Tour, algo que no sucede desde 1998 con Marco Pantani.
Los malos precedentes para Pogacar
El esloveno ha visto cómo en los últimos años han fracasado en esta empresa dos de los mejores ciclistas del vigente siglo: Alberto Contador y Chris Froome.
En el caso del madrileño, 2015 fue el año en que eligió hacer el doblete venciendo en la ronda italiana y desfondándose en el Tour en la décima etapa, cuando perdió 2:51 con el futuro ganador Chris Froome en la cumbre de La Pierre-Saint-Martin.
El pinteño terminó ese año en quinta posición en el Tour de Francia, siendo irrelevante en las etapas de montaña porque acusó sobremanera el esfuerzo que le supuso ganar en Italia.
Froome también lo intentó en 2018, consiguiendo ganar épicamente el Giro a Tom Dumoulin para posteriormente elegir doblar con el Tour de Francia.
Se dio la circunstancia de que tanto Froome como Dumoulin doblaron Giro y Tour en aquel 2018, ocupando el tercer y segundo puesto del podio respectivamente. Un fresco Geraint Thomas consiguió vencer a ambos contra todo pronóstico gracias a que ese año apenas había corrido, ganando únicamente en Dauphine. El galés sacó la mayor parte de su ventaja final en la etapa 11 -en la llegada a La Rosière-, y ya no pudieron recortarle en ninguna jornada.
Estos antecedentes explican a la perfección las ganas y ambición mostradas por Pogacar en la primera semana del Tour y que se han traducido en una ventaja de poco más de un minuto sobre un Vingegaard que va con la calculadora, esperando a que llegue su terreno. El danés no contempla otros rivales distintos al esloveno, quien le invitó a atacar en varias etapas y su respuesta fue seguirle a rueda.
Pogacar cedió los dos últimos Tours
Muchos expertos señalan que Tadej no tiene la triple A de fiabilidad en las Grandes Vueltas, sufriendo habitualmente un mal día en la segunda o tercera semana de competición. De hecho, Vingegaard ganó las ediciones tanto de 2022 como de 2023 del Tour de Francia tras una pájara de su archienemigo.
En 2022, Pogacar se derrumbó con una histórica debacle en la ascensión al Col du Granon. El esloveno perdió 2:51 ante un Vingegaard que utilizó a su entonces compañero Roglic para cebarle y conseguir fundirle en el Galibier. Cuando llegó la ascensión final, Poggy se vino completamente abajo, entregando en bandeja ese Tour.
El año pasado, el líder del Visma también reventó a Pogacar bien entrado el Tour de Francia en la etapa 17 con llegada a Courchevel, donde le sacó la friolera de 5:45. El esloveno dijo basta en la ascensión a la Col de la Loze, dándose el mismo patrón que en su anterior explosión: no aguantó bien un puerto de más de 20 kilómetros.
Con estos datos en la consola es lógico que Vingegaard esté esperando agazapado su momento del día complicado de Pogacar. El esloveno, siempre tan generoso en sus ataques, parece ser consciente de que también le llegará y por eso quiere hacer la mayor renta posible en este Tour de Francia en caso de un desfallecimiento casi matemático.