Qué fue de James Rodríguez: Del Mundial de 2014 a su irregular carrera tras el Real Madrid
Su actuación en Brasil le catapultó al Real Madrid donde fue de más a menos en su periplo como madridista. Cedido en el Bayern de Múnich antes de salir del club blanco, ha pasado por seis clubes en las últimas seis temporadas.
Una de las mejores zurdas que ha pasado por el Santiago Bernabéu en las últimas décadas. James Rodríguez es el ejemplo perfecto de un futbolista al que, tanto las lesiones como su falta de compromiso en muchos momentos, no le han permitido brillar como se esperaba de un jugador que estaba destinado a marcar una época, no solo en el Real Madrid sino a nivel mundial. Catapultado a la élite del fútbol tras un gran año en el Mónaco y, sobre todo, tras el Mundial de Brasil de 2014, en la Casa Blanca, la falta de continuidad privó al colombiano de terminar de ser una pieza clave para Zinedine Zidane. A vueltas con el francés, su relación nunca terminó de afianzarse. Ahora, en el tramo final de su carrera, parece que en México ha encontrado algo de estabilidad. La misma que le ha faltado desde que salió de Chamartín.
De Brasil a la élite mundial
La cita mundialista de Brasil fue el gran escaparate del cafetero. En un torneo en el que la fase de grupos fue relativamente amable en cuanto al nivel del resto de rivales, la gran hazaña de Colombia en general y James en particular, llegó en octavos cuando el aún jugador del Mónaco firmó una exhibición estratosférica en el duelo sudamericano ante Uruguay. Esa noche, el ‘10’ dejó uno de los tantos más recordados en la historia de los mundiales. Ya en cuartos, aunque volvió a mojar, no pudo hacer nada para evitar la eliminación ante una Brasil anfitriona que días después acabaría sufriendo una debacle histórica ante Alemania. Sin embargo, toda Europa ya estaba detrás del sudamericano.
Solo unas semanas después, el Real Madrid se lanzó con todo a por la sensación del campeonato, cerrando el acuerdo por unos 75 millones de euros. Si bien, el equipo blanco se aseguraba mucho talento en la mediapunta gracias a la llegada del cafetero. De hecho, ante los ojos del mundo ya vistiendo la elástica blanca, demostró su calidad, aunque fuese de una manera intermitente.
De más a menos en la capital
Tras ganar la décima en Lisboa, los blancos necesitaban reforzarse con jugadores de mucho nivel, como mínimo para intentar repetir los éxitos de la campaña anterior. El objetivo desde luego que no era nada sencillo, más si cabe teniendo en cuenta que enfrente estaba un Barcelona, por números, el mejor de la última década. Por ello, la importancia de jugadores como James era clave para dar un salto de calidad a la plantilla. Y, lo cierto es que en su primer año, las sensaciones fueron inmejorables. 17 goles y 17 asistencias en 46 partidos para ser uno de los más destacados de aquel año. Aún así, al equipo no le acabó dando para conseguir ni la Liga ni la Champions.
En los dos siguientes años, su trascendencia fue siendo cada vez menor. Menos partidos y menos participaciones en los goles, culpa también de unas lesiones que no terminaron de respetarle, hasta el punto de que no fue titular en ninguno de los encuentros de semifinales ni mucho menos en la final ni en la temporada de la undécima ni la duodécima, siendo un jugador de minutos residuales en las noches grandes.
Una salida amarga
En el club de los Isco o Bale, el colombiano fue otro que acabó saliendo más por la puerta de atrás del equipo merengue. Con contrato hasta 2020, las tres últimas campañas como madridista fueron un suplicio, hasta el punto de que el club optó por cederle a un rival directo como el Bayern de Múnich las temporadas 17-18 y 18-19. Precisamente como bávaro le anotó un gol al Real Madrid en su primer año fuera. Fue además en el Santiago Bernabéu. 67 partidos como jugador del Bayern que acabaron dos años después con el sudamericano regresando a la capital en su último año. Apenas disputó 14 partidos y solo marcó un gol. Un año marcado, como los anteriores, por sus problemas en la rodilla. El 7 de septiembre de 2020, el club hacía oficial su salida rumbo al Everton.
Seis clubes en seis temporadas
En busca de una estabilidad que nunca ha terminado de llegar. En la Premier, solo aguantó una sola temporada. Es cierto que las sensaciones y los registros no fueron nada malos (seis goles y ocho asistencias), aún así, los ingleses acabaron sacándolo del club solo un año después de llegar. Fue en ese momento cuando llegó Qatar para llevárselo en un movimiento que parecía definitorio para su carrera. Estuvo una sola temporada completa y apenas disputó 14 partidos en el Al- Rayyan. Hasta que apareció el Olympiacos para darle una nueva oportunidad en Europa. Fueron unos meses donde tampoco terminó de brillar.
De nuevo hizo las maletas para cambiar de continente y probar suerte en Brasil donde firmó por Sao Paulo. Si bien, como en las anteriores, tampoco terminó de encontrarse. Dos temporadas, 22 partidos y dos goles más tarde, volvió a Europa, protagonizando uno de los movimientos más extraños del último lustro. Tras unas semanas de muchos rumores, James firmaba por el Rayo Vallecano. Sin embargo, no pudo ser más desastroso. En un estado de forma que dejaba mucho que desear, el colombiano nunca terminó de adaptarse al juego del cuadro madrileño ni al estilo impuesto por Íñigo Pérez, hasta el punto de que en el mercado de invierno hizo las maletas a México. Apenas jugó 140 minutos. Siete partidos, sólo uno como titular y cero goles. Ese fue el bagaje del cafetero en el barrio.
Actualmente milita en el León de México donde parece haber encontrado algo de estabilidad. Ya en su segunda temporada en el cuadro mexicano, acumula tres tantos en nueve partidos, prácticamente todos como titular, algo que no hacía desde sus mejores años en la capital de España.
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