La ‘maldición’ de Zidane sigue condenando a Italia

No fue una maldición explícita, de esas que las recitan sus protagonistas de viva a voz, como la de Bela Guttmann, el entrenador del Benfica que fue despedido en 1962 y que vaticinó que en 100 años las águilas nunca más ganarían un título europeo… como así ha sucedido en las ocho finales que han jugado los lisboetas. No. Aquella maldición fue gestual. Histórica. Porque el cabezazo de Zidane a Materazzi le costó su expulsión en la final del Mundial 2006 entre Francia e Italia.

Esa fue la última imagen del galo en un campo de fútbol como futbolista profesional. La roja fue un golpe anímico para ‘Les Bleus’, que, además, perdieron a uno de sus mejores ejecutores en la tanda de penalti en la que perdieron el título. Italia bordaba así su cuarta estrella de campeones del mundo en el escudo sin saber que, indirectamente, estaban condenándose a una tragedia recurrente en los mundiales. Como si con ese cabezazo Zidane le regalase a los ‘transalpinos’ un título… pero a cambio lo lastrase para los siguientes.

Bien en Europa, mal en el Mundo

Porque el recorrido internacional de Italia es algo irregular. En las Eurocopas, el conjunto ‘azzurro’ no ha competido mal. En 2012 fue subcampeón ante España y en 2021 fue campeón en Inglaterra y ante Inglaterra de la edición postpandemia. Ocurre que luego, en los Mundiales, los transalpinos han caído de manera escandalosa. De hecho, en las dos últimas Copas del Mundo, la de 2018 y la de 2022 no logró clasificarse.

Algo que parecía que podría conseguir para el torneo que se disputa en un año en EEUU, México y Canadá, toda vez que ahora el torneo pasa a tener 48 equipos participantes por primera vez en la historia. En Europa, por ejemplo, todos los cabezas de serie de la fase de clasificación entran en el torneo y los segundos juegan una repesca. Ahora mismo Italia, sin embargo, está en el alambre.

La amenaza no es sólo Haaland

En su grupo, la Noruega de Haaland, Odegaard o Sorloth domina con contundencia su grupo, el grupo I. Son primeros con tres puntos de ventaja frente a una Italia a la que ganaron 3-0 en tierras nórdicas. Ahora, en el parón de noviembre, se jugarán esa primera plaza. Noruega juega contra Estonia e Italia contra Moldavia en el primero de los partidos del parón. El último los medirá directamente en tierras italianas.

Partidazo de morbo que, en Italia, ven con cierto temor. Hay miedo de volver a caer y tener que pasar por una repesca que tampoco será fácil. Ahora mismo, equipos como Eslovaquia, Kosovo, Escocia, Ucrania, Turquía, Hungría, Polonia, Bosnia o Macedonia del Norte son los conjuntos con los que se podría cruzar en este playoff hipotético. Nada fácil para una ‘Nazionale’ marcada por los pánicos.

Las apuestas de Betfair confían en que habrá pase. De hecho, la colocan como la 9ª favorita a ganar el torneo, eso sí, con una cuota 23.00. Aun así, para cualquier aficionado del ‘Bel Paese’ sería suficiente con tal de estar en una cita que, desde 2006, no ha ido bien.

Mal recorrido reciente

Porque en 2010 y 2014 Italia sí que se clasificó, pero sus resultados tampoco fueron buenos. En 2010 fueron eliminados en la fase de grupos después de sólo lograr dos puntos en tres partidos de un grupo sencillo: ante Nueva Zelanda, Eslovaquia y Paraguay. A ninguno de los tres les pudo ganar como entonces vigente campeona del torneo.

En el siguiente Mundial, el de Brasil 2014, Italia se la pegó de nuevo, esta vez sí, con un grupo mucho más complicado ante Inglaterra, Uruguay y Costa Rica. Malas experiencias que invitan a pensar que el ‘calcio’ está en un momento de declive al menos mundialista. Como si el gesto de Zidane fuera una maldición implícita que, por ahora, impide a Italia levantar… cabeza.

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