Camavinga asalta el once
A pesar de incorporarse más tarde a la dinámica del equipo por culpa de las lesiones, el francés ha respondido con creces en los últimos encuentros. Ante el Barcelona y en el primer gran escenario de la temporada para él, firmó un partido sensacional.
El Real Madrid y Xabi Alonso respiran aliviados tras la última exhibición de Camavinga. El francés, mermado por las lesiones desde que el técnico tolosarra aterrizó en el conjunto blanco, parece haber dejado atrás los problemas físicos y actuaciones como la del Clásico confirman que el galo está de vuelta pasa ser un jugador importante de cara al tramo decisivo de la temporada. Fuera por lesión desde la final de la Copa del Rey del pasado 27 de abril, el mediocentro solo fue convocado para el partido ante el Paris Saint Germain de semifinales del Mundial de Clubes. Si bien, tras aquel partido en el que no saltó al césped, sufrió un problema en su tobillo que le hizo volver a recaer otro mes más, perdiéndose los primeros seis partidos de esta temporada.
El Clásico, el examen
Tras el último parón internacional, la idea del entrenador fue muy clara: contar con el francés para el Clásico. Por ello, que mejor prueba que el Getafe en el Coliseum. Un partido en el que, a pesar de no ser el más destacado, cumplió a la perfección con lo que se pedía de él. Eso le dio vía libre al entrenador para alinearle ante el Barcelona. De cara a ese encuentro, muchos eran los que no confiaban demasiado en la titularidad del ex del Rennes. Capacitado por lo demostrado desde que aterrizó en Madrid, sus últimos meses han generado unas dudas que para muchos siguen siendo determinantes.
Si bien, a todos aquellos que dudaban de él, no tuvieron más remedio que rendirse a una de las mejores actuaciones que ha tenido el madridista en los últimos tiempos. Muy presente en la medular, hizo precisamente lo que se le pedía, hacerse fuerte en el centro del campo. Junto a Tchouameni, Bellingham y Güler, formaron un medio del campo que marcó las diferencias en el partido. Y, aunque por momentos se jugó una posible amarilla que le hubiese condicionado, acabó el partido con solo una falta cometida y ocho duelos ganados. Además, recuperó tres balones y solo fue regateado en dos ocasiones. Si bien, hasta llegar a este punto, el jugador ha tenido que pasar por un proceso de recuperación para encontrar de nuevo su nivel.
Un largo proceso de recuperación
Con la vuelta de la Champions, el jugador obtuvo el alta médica. A partir de ahí, varias convocatorias por delante en las que, pese a no jugar prácticamente nada, sirvieron como demostración de que el pivote estaba poco a poco regresando a la dinámica del grupo a falta del alta competitiva. De hecho, el partido ante el Atlético de Madrid fue su primera prueba de medición. Media hora en la que, con el resultado en contra, poco pudo aportar. Tras el derbi, cada vez fue entrando más en los planes de Xabi, teniendo en cada encuentro los últimos minutos para seguir cogiendo ritmo. Precisamente en uno de esos, llegó su primer gol del curso. Ante el Kairat Almaty, su tanto cerró la goleada (0-5).
El parón internacional, un punto de inflexión
Llama mucho la atención que el primer partido como titular que disputó fue con Francia durante el parón de octubre, el segundo de la temporada. 75 minutos fueron los que le dio Didier Deschamps en el empate ante Islandia. Algo arriesgado pero que sirvió para confirmarle al propio técnico blanco que Eduardo estaba listo. Con los blancos, dos titularidades en los últimos tres encuentros y la sensación que va a ser mucho más utilizado de lo que se podía esperar hace varias semanas. Sin duda, un alivio para Alonso.
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