El Barcelona impone su sello

La victoria española en Turquía tuvo un claro color azulgrana. Los de Luis de la Fuente, superiores de principio a fin al combinado otomano, golearon a un equipo turco que no tuvo capacidad de respuesta prácticamente en ningún momento del encuentro. Sólidos en defensa, lo que verdaderamente mató el duelo fue la contundencia ofensiva, decisiva desde los primeros minutos. Parte de los focos, como es lógico, se los llevó Mikel Merino. Autor de dos tantos de los seis, desde su llegada al Arsenal, tanto Mikel Arteta como el seleccionador han aprovechado esa llegada para hacer del ex de la Real Sociedad, un baluarte ofensivo más. Pero más allá del jugador ‘gunner’, la capacidad goleadora llevó el sello culé.

Pedri, Lamine y Ferran, los líderes en ataque

Cada uno partiendo desde un lado del campo y a su manera, los tres jugadores acabaron siendo decisivos para hacer mucho más sencilla la visita española al infierno turco. Pedri, en su versión más goleadora, él mismo abrió el encuentro con una genialidad y él mismo se encargó de cerrarlo tras aprovechar una asistencia sublime de Mikel Oyarzabal. Más allá de los tantos, el equipo volvió a jugar a lo que el azulgrana quiere. Indiscutible para De la Fuente, es impensable en estos momentos un once sin Pedri.

Lamine volvió a ser un dolor de muelas constante para la defensa otomana. Claro vencedor del duelo personal con Güler, aunque en esta ocasión no pudo marcharse del encuentro con gol, estuvo muy cerca en todo momento de conseguirlo. Muy presente en cada jugada ofensiva, solo la falta de puntería y una buena intervención del portero turco privó al ‘10’ culé de marcharse con un tanto bajo el brazo. Aún así, repartió dos asistencias que terminaron de decantar el encuentro. Primero, a Ferran en el cuarto y después a Mikel Merino, quien puso el quinto tras un pase del azulgrana.

España ‘habla’ en clave azulgrana

El tridente lo completó Ferran Torres. Pese a salir desde el banquillo, el valenciano volvió a demostrar que sigue manteniendo su idilio con el gol. Clave con su club, pese al empate ante el Rayo, sus goles ante el Mallorca y el Levante demuestran que sigue enrachado. Y eso lo llevó a la Selección. A pesar de salir desde el banquillo, antes del descanso tuvo que entrar por la desafortunada lesión de Nico Williams.

Sin embargo, sólo nueve minutos le bastaron para ver portería, anotar el cuarto del encuentro y certificar la victoria. A partir de ahí, el azulgrana disfrutó durante 45 minutos de esa conexión ‘made in Barça’ que le hizo rozar el gol en varias ocasiones y que culminó gracias a una nueva asistencia de Lamine. En apenas diez minutos sobre el campo, el ‘11’ confirmó que es el jugador número 12 perfecto, tanto para su club como para el conjunto nacional.

En total, participación blaugrana en cuatro de los seis que confirman la calidad ofensiva del tridente con el que cuenta Hansi Flick en la Ciudad Condal. Solo Dani Olmo parece no terminar de encontrarse. De toda la convocatoria, fue el único jugador ofensivo que no tuvo minutos y que confirma que ha perdido protagonismo respecto a la Eurocopa, donde tuvo un papel fundamental.

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