El enigma de Rodrygo

Y sin hacer ruido, otra vez Rodrygo volvió a dejar su sello propio en el último partido del Real Madrid. Como prácticamente toda la temporada, partiendo desde el banquillo, el brasileño en sólo 20 minutos aportó su granito de arena a la goleada blanca en Almaty. A pesar de estar el partido prácticamente resuelto desde el minuto 60, dada la situación que atraviesa el extremo madridista, cada oportunidad que tenga tiene que hacerla de oro para convencer a un Xabi Alonso que pese a tenerlo claro, sabe que tiene con el jugador, una alternativa de muchas garantías, sobre todo en esa banda izquierda donde parece ya asentado. Por lo menos en los ratos que ha jugado.

La Champions, su gran oportunidad

Desde su llegada al club blanco, históricamente, el sudamericano ha mostrado una versión más mejorada cuando escucha el himno de la Champions. En la memoria de los madridistas en días como el del Manchester City o el Chelsea, de hecho, su carta de presentación fue un ‘hat trick’ al Galatasaray. Sin embargo, ha llovido mucho desde aquello. Ahora, el brasileño es uno de los últimos jugadores de la rotación y las estadísticas así lo reflejan. Suplente en casi todos los partidos de este curso, solo salió de inicio en el Carlos Tartiere y en el Santiago Bernabéu en la primera jornada de esta edición de la Liga de Campeones. Si que es cierto que por lo menos, en las últimas semanas la tendencia con el extremo ha cambiado y cada vez va participando en más encuentros. Si bien, aún tiene que cambiar mucho la situación.

Pero si él mismo quiere que cambie, tiene que aprovechar oportunidades como las de ayer. Cierto es que el partido estaba resuelto y que era ante uno de los rivales más flojos de toda la competición. No obstante, cada registro positivo suma. Su asistencia a Camavinga en el cuarto tanto así lo escenifica. Casualidad o no, el internacional brasileño duplica sus promedio goleador en la Champions en comparación con el campeonato doméstico donde, a pesar de tener unos registros aceptables, no son comparables a los de Europa en cuanto a gol y asistencia por partido. En su etapa de blanco, acumula 32 goles y 28 asistencias en 175 partidos de Liga. En cambio, en la Champions acumula 25 goles y 12 asistencias en 65 partidos.

Trabajo desde la sombra

Mientras Vinicius es noticia prácticamente en cada encuentro, su recambio natural desde este curso vive instalado en una tranquilidad absoluta mucho más alejado del foco mediático. Centrado en seguir trabajando y sin querer provocar ningún incendio en base a alguna declaración que puede provocar un efecto negativo, el ‘11’ sigue a la sombra esperando una nueva oportunidad. Por ahora han sido contadas. Si bien, cada vez que lo ha hecho ha dejado buenas sensaciones, por mínimas que hayan sido sus intervenciones.

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