Real Madrid
El Real Madrid, el club más ‘British’ de LaLiga
Bellingham es la última apuesta británica de un club empeñado en desmontar el mito de que los jugadores ingleses no triunfan cuando juegan en LaLiga.
Los tópicos son tópicos por algo. Dice la lógica que resisten el paso de los años por describir situaciones inamovibles. Casi verdades absolutas. En verano hace calor. En invierno hace frío. A los españoles nos gustan la siesta. Los jugadores británicos no triunfan en España… ¿Los jugadores ingleses no triunfan en España? La duda es firme. Tanto que incita a desmontar el mito cabalgando a lomos de ejemplos crecientes en los últimos años y que, curiosamente, tienen en el Real Madrid el mayor estandarte. Los merengues se han convertido en el club más ‘British’ de LaLiga.
Lo dice la historia, ésa que señala que de los cinco jugadores británicos con más partidos en el torneo de la regularidad español, cuatro han lucido la camiseta merengue. A saber, Gareth Bale (176 partidos en LaLiga), Beckham (116), McManaman (94) y Cunningham (74). Entre medias, en tercera posición, resiste Lineker, con 103 entorchados todos luciendo la zamarra del FC Barcelona entre 1986 y 1989. En total, 34 jugadores procedentes de las Islas han jugado en LaLiga. No es, desde luego, el origen más masivo, pero tampoco una anécdota. Jude Bellingham ayudará a seguir desmontando el mito.
Del efecto Beckham al galáctico Bellingham
El nuevo centrocampista del Real Madrid (elevado ya a la categoría de fichaje estrella) es el último representante de esta estirpe que ha espoleado con especial intensidad Florentino Pérez, cuyo primer imperio ‘galáctico’ tuvo precisamente en un inglés, en David Beckham, la guinda del pastel. El ex ‘23 merengue’ dio un impulso mediático sin precedentes a aquel proyecto (AS contabilizaba recientemente en 544 informadores los que estuvieron esa tarde presente esa mañana en el Pabellón Raimundo Saporta) en el que aportó más purpurina que resultados.
Cuatro temporadas le dieron ‘sólo’ para levantar una Supercopa (fue protagonista, marcó un gol de cabeza al Mallorca en aquella edición) y una Liga, ésta, por cierto, ya sin Florentino Pérez en el Palco, sino con Ramón Calderón al frente y Fabio Capello en el banquillo.
Como su compatriota, Bellingham también aterriza en el Bernabéu con promesas de títulos debajo de brazo. Por ahora, el ‘5′ merengue (luce ese dorsal en tributo a Zidane) ha impulsado al Real Madrid en los pronósticos de Betfair. Que el Real Madrid gane el título de Liga se paga a 2€ por euro apostado frente a los 2.4€ por euro apostado que se paga que el FC Barcelona vuelva a levantar el trofeo. En Europa, eso sí, el panorama cambia. Los blancos son el quinto favorito con una cuota de 11€ por euro apostado. El City es el gran favorito a revalidar el título con cuota 3.0.
Ascensión y caída de Bale o la tragedia de Cunningham
Entre el resto de representantes británicos del Real Madrid (seis en la era moderna) hay todo tipo de historias. Las hay de éxito frenético y ocaso entre silbidos, como es el caso de Bale, el británico (galés, por ser exactos) con más partidos en la historia de LaLiga. El Expreso de Cardiff fue otra apuesta galáctica de Florentino Pérez (100 millones de euros invertidos en 2013) que logró rápidos resultados con sus aportaciones estelares en finales de Champions como las de Lisboa o Kiev o la de Copa del Rey en la que marcó el famoso gol ante Bartra y tanto definitivo del triunfo. Sin embargo, su estela se apagó entre el escepticismo de la masa social blanca, que lo veía más entregado a sus aficiones por el golf que al objetivo legítimo de ser líder de un Real Madrid post-Cristiano.
También hay tragedia entre estas historias. Ninguna como la de Laurie Cunningham, al que el Real Madrid firmó en 1979 cuando no se estilaba el trasvase desde las Islas a España y, además, no era frecuente la llegada de jugadores de color al Real Madrid. Este extremo de habilidad infinita se vio lastrado por las lesiones, pero dejó una imagen para el recuerdo: el Camp Nou ovacionándole por su actuación en un triunfo 0-2 ante el Barça. Cunningham dejó el Real Madrid en 1983 y, seis años más tarde, falleció víctima de un accidente de tráfico cuando cumplía su segunda etapa en el Rayo Vallecano. No llevaba el cinturón. Tenía 33 años.
Bale, McManaman y Woodgate, historias de los 2000
Entre Bale y Cunningham, se encuentran McManaman, Owen y Woodgate. El primero fue fichaje obra de Lorenzo Sanz (1998) y paso de amago de jugador inadaptado, a clave en la consecución de la Octava (cuentan que Solari y su inglés fueron básicos en la integración del ex del Liverpool).
Owen fue un fichaje fugaz, pero rentable. Llegó a Madrid en 2004, después de haberle ‘robado’ a Raúl el Balón de Oro de 2000, y en una sola temporada marcó 13 goles que le permitieron una venta jugosa en la que el Real Madrid sacó beneficios económicos. Con la competencia imposible de Ronaldo y el mismo Raúl, fue pareja de baile de Morientes en partidos menos importantes. Aquella delantera la bautizaron como ‘Morowen’.
Woodgate llegó también de la mano de Florentino Pérez (2004) y seguramente uno de sus mayores quebraderos de cabeza después de apenas disputar sólo 14 partidos en tres temporadas. Llegó lesionado y se marchó renqueante pese a la inversión de 22 millones de euros.
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