Real Madrid
¿Es mejor Courtois que Iker Casillas?
El portero belga del Real Madrid se desató con otro festival de paradas ante el Stuttgart. De los últimos 35 remates que ha recibido, ha parado 30.
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El foco siempre es para los mismos. Es historia del fútbol. La inercia histórica del espectáculo lleva la luz siempre a los mismos espacios. Las áreas son jugosas. Especialmente si son darle brillo a los delanteros que dan los ansiados goles que todo equipo busca. En el caso del Real Madrid, ese protagonismo esta temporada se lo está llevando Kylian Mbappé. Pero en los merengues no es sólo área rival lo que reluce. La propia lo hace con un fulgor más intenso. Claro que la rutina de ver a Thibaut Courtois ejerciendo milagros día sí, día también ha convertido sus hazañas en normalidad. Por muy hercúleas que sean sus proezas.
Ante el Stuttgart de nuevo lució recital de paradones. Seis hizo en todo el partido para convertirse en un muro de lamentaciones germano. No es el primer (ni será el último) rival que llore frente a sus paradas imposibles. Lo dice la estadística de una inercia como pocas. Porque en Champions, ha detenido 30 de los últimos 35 remates que ha recibido. Es el 85,7%. Una maldita barbaridad que le hace haber encajado solamente cinco goles en ese periodo. Todos, por cierto, en las semis de Champions de 2023. Una locura.
Resistencia en la adversidad
Mimbres épicos que han resistido las pruebas más complicadas. Como, por ejemplo, la grave lesión de rodilla (recaída incluida) que le apartó la pasada temporada de jugar todo el curso. Reapareció al final, justo cuando Ancelotti, reconvertido en algo así como apóstol de la religión que exuda su portero con cada intervención, decidió tenerle fe infinita y ponerlo aunque Lunin se había salido para ser clave en la consecución de la 15ª. El resultado fue un Courtois que intervino de nuevo épico en la final de la Champions ante el Borussia Dortmund. Gestas así sólo las cumplen los elegidos. Thibaut lo es.
Un argumento más que sumar a los que tiene el equipo blanco para considerarse favorito a ganar la Champions. En las apuestas de Betfair tiene una cuota 5.00 por detrás sólo del Manchester City. Nada cambia incluso viendo que los merengues están jugando muy lejos del nivel que el curso pasado mostraron en algunos momentos. Pero quizá y por eso hay que creer en un proyecto que se sostiene en momentos así precisamente bajo el paraguas de su portero.
El debate con Casillas
La UEFA se lo reconoció en el debut merengue en este llamativo formato de Champions League que se estrena esta temporada concediéndole a él el premio de mejor jugador del partido ante el Stuttgart. Y eso que el Real Madrid venció por 3-1 y que Mbappé marcó el primer gol del partido en un estreno soñado con la zamarra blanca en la máxima competición continental. La foto de verlo también sosteniendo el premio de mejor jugador del partido era tentadora. Pero la justicia se marchó del lado de Courtois, que en el área contraria donde ejerce su profesión Mbappé hizo más méritos que el francés.
“Courtois es el mejor portero que han visto mis ojos. Es como Messi o Cristiano, que hace cada partido lo imposible. Por eso ya no se ensalzan sus paradas, porque las hemos convertido en algo normal. Pero son extraordinarias”, le dedicaba tras el partido un Santiago Cañizares que, como historia viva del Real Madrid, tiene autoridad más que firme para semejantes piropos. Su carrera contra la lógica y la física está convirtiéndolo, además, en candidato a ocupar un olimpo de mejores porteros en la historia merengue que, hasta ahora, parecía inamovible a hombros de Iker Casillas.
Pero poco a poco, gesta a gesta, la influencia de Courtois está empezando a colocar su rendimiento cerca del ex capitán merengue. También un currículum que, con el Real Madrid, ya suma dos Champions y tres ligas y una Copa del Rey entre otros títulos destacados. Casillas, con el Real Madrid, ganó más ligas (siete) pero sólo una Champions más (tres) que el guardameta belga, que a sus 32 años, y dependiendo de cuanto cemento le queden en los guantes, estará en disposición de igualar y, quién sabe, si superar los trofeos europeos que conquistó su antecesor blanco en eso de hacer milagros en la portería merengue.