Las nacionalidades más exóticas del Real Madrid: de la Canadá de Davies a la Cuba de los Giralt
Casi toda Europa ha tenido algún jugador merengue, con excepciones llamativas como las de Bulgaria o Grecia. Tampoco Finlandia, Letonia, Estonia o Lituania.

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El posible fichaje de Alphonso Davies por el Real Madrid supondría un hito para el equipo madridista. En sus 122 años de historia, los blancos jamás han tenido un jugador canadiense militando en sus filas. Este lateral izquierdo, en verdad nacido en un campo de refugiados de Ghana (sus padres huían de la guerra en Liberia), pero criado en Canadá desde que tenía 5 años, pondría una pica del madridismo por primera vez en un país poco dado al ‘soccer’ y menos aún a exportar talentos a Europa.
En España, en Primera, sólo hay dos antecedentes: De Guzman, ex del Deportivo de la Coruña, y Larin, actual delantero del Mallorca y ex del Valladolid. El último jugador que ‘estrenó’ una nacionalidad para el Real Madrid fue Lunin, primer y único ucraniano que ha vestido la zamarra blanca. El arquero es ahora clave en las opciones merengues de ganar Liga y Champions. En esta última las apuestas de Betfair colocan a los merengues como máximo favoritos con una cuota de 5.50.

Lunin se estrenó con los blancos en Copa en 2021. Antes había sido Odegaard (Noruega) y Lienhart (Austria) los últimos en ‘desvirgar’ a un país de madridismo, una marca internacional pero que, en lo que se refiere a lucir su camiseta, aún tiene países por estrenarse.
Europa es madridista
En Europa son pocos, la verdad. Más allá de pequeñas naciones como Andorra, San Marino o Liechestein, casi todo el resto del viejo continente ha tenido alguna vez algún jugador en el Real Madrid. Se libran algunas naciones, la mayoría al Este del continente, como Eslovenia, Albania, Kosovo o Macedonia. De naciones con cierta enjundia futbolística destacan las ausencias de Grecia o Bulgaria. Tampoco Finlandia, Letonia, Lituania, Bielorrusia o Moldavia han visto nunca a ninguno de sus jugadores portar la camiseta del Real Madrid. El resto de Europa sí que tiene al menos a un representante blanco, aunque luego representaran a otros países con sus selecciones.

Es el caso de Mijatovic, nacido en Podgorica, la capital de Montenegro, pero siempre internacional con Yugoslavia primero y Serbia y Montenegro después. Jamás jugó para Montenegro en su situación actual de selección independiente, algo que consiguió en 2007. El país logró la independencia en 2006, cuando Mijatovic ya se había retirado.
También en Europa fue llamativa la presencia de Bale, único galés que ha competido jamás en la historia del Real Madrid. O la de Cheryshev, nacido en España pero internacional con Rusia y único jugador de pasaporte ruso que jamás ha competido con la elástica merengue.

De Cuba a Togo
Más allá de estos pequeños detalles, el hecho es que el Real Madrid ha tenido jugadores de orígenes exóticos apenas conocidos para el gran público. Cuba es una de esas nacionalidades poco habituales… aunque con asterisco. Porque el Real Madrid ha tenido cinco jugadores nacidos en Cuba en sus filas y que compitieron con nacionalidad cubana… pero también nacionalidad española. Los cinco representantes de la Isla en el club merengue lo hicieron apenas tiempo después de que España la perdiera como colonia, así que competieron en un régimen mixto. Fueron los tres hermanos Giralt (Armando, José y Mario) además de Neyrra y Juntorena, futbolistas que compitieron en el Real Madrid desde su fundación, en 1902.
Más allá de este dato curioso, en tiempos modernos otras nacionalidades han aportado exotismo al Real Madrid. De África el caso de Togo es curioso. Un país que nunca destacó por su potencia futbolística y que en Primera sólo ha tenido dos representantes: Djené, ahora en el Getafe, y Emmanuel Adebayor, ex del City o Arsenal que jugó cedido (sí, cedido) media temporada en el estreno de Mourinho con el Real Madrid. Con los blancos ganó una Copa y se marchó de vuelta solo seis meses después con ocho goles en su haber, todos marcados, por cierto, con el número ‘6′ a la espalda. Otra anomalía de su trayectoria en Madrid.

El caso de Faubert y la Isla Martinica

Manchester City vs Copenhague - 6/3/24
Real Madrid vs RB Leipzig - 6/3/24
Los blancos también tienen el lujo de haber sido el único club que ha aportado un jugador nacido en Martinica en LaLiga. Claro que en su caso, más que un lujo, fue una desgracia. Julien Faubert fue cedido por el West Ham al Real Madrid en 2009 en uno de los peores fichajes recientes de la historia del equipo blanco. Llegó pasado de peso y siempre fue recordado por dormirse en el banquillo de La Cerámica ante el Villarreal. Aunque su pasaporte era francés, Faubert nació en Martinica, una pequeña isla en el Caribe que pertenecía al imperio francés y que le permitió a Faubert competir en España usando su bandera.

También del caribe es Puerto Rico, país no incorporado a EEUU, pero perteneciente a los norteamericanos en el que también el Real Madrid ha tenido representación, aunque por la vía de la doble nacionalidad, con Mariano Díaz y el ex canterano Luis Quezada. Ellos son otros dos jugadores que han aportado exotismo a un club que, por cierto, y hablando de EEUU, jamás ha tenido un estadounidense jugando en sus filas. Tampoco un chino o un japonés. ¿Y entonces Take Kubo? Aunque el Real Madrid fichó al ahora atacante de la Real Sociedad en 2019, jamás llegó a competir en competición oficial con los blancos, que tienen en el país del sol naciente uno de esos pocos territorios donde aún le queda por clavar una pica a modo de jugadores merengues.
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