Brasil
Neymar reta a Messi
El retorno del delantero brasileño abre un abismo de esperanza en su selección, que perdida de resultados y juego, añora soluciones como la vuelta de Ney.
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Neymar está de vuelta. El delantero brasileño del Al Hilal a regresado a los terrenos de juego después de estar un año sin competir por culpa de una grave lesión de rodilla que se produjo poco después de haber fichado por este club al nada despreciable precio de 90 millones de euros. Semejante inversión convirtió al ex del FC Barcelona en el futbolista que dinero ha movido en la historia del mundo: 400 millones de euros en sólo tres operaciones. Del Santos al Barça, del Barça al PSG y del PSG al Al Hilal… para lesionarse.
Su vuelta ha provocado de nuevo una mirada de atención a una Liga, la de Arabia Saudí, que pareció perder el empuje (si es que lo tuvo) que le generó internacionalmente la llegada de muchas estrellas a golpe de talonario en el verano de 2023, el del fichaje precisamente de Neymar por su nuevo club. Ahora crece el morbo de saber si el ‘10′ volverá a ser una versión eléctrica a sus 32 años de edad. La retahíla de dolencias que ha sufrido y lo dilatado de su carrera (comenzó con apenas 17 años, al Barça dio el salto con 21) generan dudas que él quiere borrar, quizá con la mente puesta en una fecha no tan lejana: el verano de 2026.
Para entonces, se celebrarán entre EEUU, México y Canadá un Mundial de Fútbol que con casi toda seguridad (y dependiendo de las lesiones, claro) pueda poner fin definitivo a una era: la de Messi y Cristiano Ronaldo… con permiso de Neymar. Los dos primeros anhelan apurar su carrera hasta el que sería último gran torneo de selecciones.
Neymar, a la cola de ambos en muchas fases de su vida, podría apuntarse a un reto para el que en Brasil lo reclaman con el objetivo de ser, otra vez, candidatos al triunfo que no logran desde 2002. Pero Brasil, siempre es Brasil. Se demuestra que, en las apuestas de Betfair, está empatada con España y Francia como máxima favorita a ganar el torneo con una cuota 6.70. Pese a que sus últimas actuaciones internacionales sen batacazos. Da igual.
Clamor por su ‘fichaje’
La ‘Canarinha’ sufre un grave problema. O quizá varios. Carentes de un liderazgo fuerte más allá del de Vinicius, con una lacerante ausencia de talento como no se había visto en décadas, el pentacampeón del mundo grita a los cuatro vientos que se incorporen jugadores que sean capaces de reconducir esta situación. Bien por la vía del talento. Bien por la vía de la veteranía. A Neymar le sombra ambas. Habrá que ver si también le acompaña el físico.
“Para mí tiene un sitio garantizado en esta selección de Brasil. Aunque esté jugando en Arabia, me da igual. Brasil está pasando por un momento complicado y necesita jugadores con personalidad y fama como Neymar”, ha llegado a reclamar Rivaldo, leyenda carioca y campeón del Mundo en 2002. También fue subcampeón en el 98. No es una voz cualquiera. Tampoco la única.
Este clamor, Dorival Junior, seleccionador de Brasil, ya ha adelantado que, si ofrece buen rendimiento, lo convocará… previa evaluación constante del jugador. “La información que tenemos dice que se está recuperando a buen ritmo, pero no podemos ir más lejos, el club decidirá primero si lo utiliza o no. Depende de nosotros monitorear esto, es nuestra intención viajar para observar la recta final de la recuperación en octubre o noviembre junto al doctor Rodrigo Lasmar, lo que demuestra la importancia que le damos al caso”, comentó el entrenador en la previa del último parón de selecciones.
¿Noviembre de 2024 o febrero de 2025?
Ahora con Neymar ya en las canchas a falta de unas cuatro semanas para que vuelva la competición de selecciones en el último parón del año, la duda está en saber si el atacante estaría a tiempo de jugar las clasificatorias de noviembre precisamente para el Mundial de 2026 o, si tras los últimos resultados balsámicos, aguardará al parón de febrero de 2025 para incorporarlo. Lo que parece claro es que, si nada se tuerce, Neymar regresará a Brasil para retar a su amigo.
Con un Mundial ya en el saco, Messi jugará (de llegar) en 2026 quizá ya no con el rol decisivo que tuvo en el de 2022, pero con el anhelo de intentar pelear por el hito de una segunda estrella que Maradona no logró. En el camino Neymar intentará ganarse la primera, aquella que acarició en 2014, en casa, ante su gente, pero que Alemania truncó por el camino con aquella derrota dolorosa por 7-1 en semifinales. Un motor sentimental fuerte que puede provocar un duelo de altura entre dos leyendas en retirada, pero aún con cuitas pendientes entre sí. Neymar, todavía, no ha dicho su última palabra.