Rodrygo entra en modo fantasma
El ’11′ no ha marcado en los últimos 27 partidos que ha jugado con el Real Madrid. Ante el Liverpool fue suplente, entró en la segunda mitad y sin peligro en ataque, perdió hasta nueve balones.
Hubo una época en la que muchos hablaban de Rodrygo como una superestrella mundial. A la altura de jugadores como su propio compañero de equipo, prácticamente nadie en la parroquia blanca se imaginaba un Real Madrid sin el brasileño por la banda derecha. Sin embargo, mucho han cambiado las cosas en la vida deportiva del internacional con Brasil. Concretamente desde el tramo final de la temporada pasada, el ‘11’ blanco ha pasado a un segundo plano. Tanto que por momentos el club comenzó a trabajar en la plantilla de este curso con la idea de que no contaría con el brasileño. Finalmente, a pesar de que hubo un consenso para que continuase, lo cierto es que sus números, lejos de mejorar, han empeorado. Actualmente el sudamericano se ha convertido en una opción más como teórico revulsivo que como un jugador capital.
Sin gol
Es obvio que las oportunidades que ha tenido el futbolista desde que fue sustituido en la final de la Copa del Rey se pueden contar con los dedos de una mano. Tras aquella derrota en La Cartuja y ese cambio en el descanso de la final, el madridista no volvió a tener minutos en el resto de la campaña. Fueron sus últimos minutos sobre el césped junto a Carlo Ancelotti. Si bien, con Xabi, sus oportunidades tampoco han sido demasiadas.
Desde que el tolosarra aterrizara en la capital de España, Rodrygo ha tenido presencia en doce encuentros entre todas las competiciones, incluida Liga, Champions y el Mundial de Clubes. De hecho, fue titular en el estreno del técnico español ante el Al-Hilal. Sin embargo, solo ha sido titular en dos encuentros desde el debut en Estados Unidos: ante el Marsella en Champions y el Oviedo en la jornada tres de liga. En el resto, minutos residuales en las segundas partes de los partidos. En otros incluso, ni saltó al campo.
Con apenas 350 minutos, los registros son dramáticos para los intereses de jugador y club. Solo una asistencia en doce participaciones este curso. A nivel goleador incluso son mucho peores. El extremo no celebra un gol oficial con la elástica blanca desde el pasado 4 de marzo ante el Atlético de Madrid en la ida de los octavos de final de la Champions. 27 partidos después, un pase de gol en el Mundial, dos goles en un amistoso con Brasil y una diana con el Madrid en el único partido de la pretemporada ante el Tirol. Esos son todos sus registros.
Invisible en Anfield
A diferencia de lo que ha ocurrido este curso, fue la primera opción para entrar desde el banquillo. No obstante, su aportación fue nula. En 20 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, solo aportó nueve pérdidas de balón. Nada más. Nula aportación para un jugador que entró con el marcador adverso y con el objetivo de que, como mínimo, intentase aportar un cambio a la mala dinámica del equipo durante el partido. Algo que no ocurrió.
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