Xavi, argumentos y desafíos del técnico blaugrana

Es de sobra conocido el legado del FC Barcelona como referente del futbol europeo y mundial. Esta característica no es solo un privilegio labrado durante más un siglo de buen fútbol y nivel deportivo, también puede ser la lacra de las expectativas, pero sobre todo de la exigencia. Una exigencia que a tan alto nivel puede jugar en su contra, y lo hace, cuando las cosas no van según lo esperado. A Xavi Hernández le ha recaído la inmensa labor de restaurar un FC Barcelona sin su figura más distintiva en la última década, Leo Messi. Adaptar al club culé, que atraviesa una profunda crisis, al altísimo nivel que exigen las competiciones europeas y su liga doméstica.

Lo cierto es que al combinado culé se le han atragantado los últimos encuentros, con la derrota en Champions ante el Shakhtar Donetsk, que no complica en exceso el pase a la siguiente fase de la competición, pero que sirve como aviso al Barça y trae recuerdos de fantasmas pasados. En LaLiga las cosas tampoco están siendo fáciles para el FC Barcelona, donde se evidencian las dificultades para anotar, y que acumula tres victorias en los últimos cinco encuentros, por debajo del nivel esperado. No todo es malo en Can Barça, la casa de apuestas Betfair sitúa al club blaugrana como segundo máximo aspirante a LaLiga detrás del Real Madrid, con una cuota de 2.86 y en Champions es el sexto favorito para levantar la Orejona.

El eslalon de Xavi

El técnico culé ha adoptado una curiosa forma de eludir su responsabilidad como entrenador del FC Barcelona. Y es que Xavi está en el foco mediático por sus justificaciones y argumentos para explicar los malos resultados. Tras el último partido disputado, una victoria por 2-1 ante el Alavés, donde el juego blaugrana fue por momentos gris e irregular, Xavi mencionó que la prensa afectaba a los jugadores, insinuando que las críticas mediáticas tenían un impacto en el rendimiento del equipo.

Y es que este hecho evoca episodios pasados: Xavi había mencionado diferentes motivos para justificar el rendimiento del equipo, como el césped, el sol, la sequía e incluso las pérdidas de tiempo, tachándolas como una “trampa” permitida. La temporada pasada, en un encuentro contra el Getafe, Xavi arremetió contra el verde, que calificó de seco y soleado, indicando que esas condiciones no beneficiaban el juego del equipo y llegó a expresar su disgusto por la falta de regado en el campo en el Coliseum Alfonso Pérez.

El de Terrassa también se refirió a la mala suerte en los sorteos, manifestando su descontento por enfrentarse a los huesos duros en competiciones como la Europa League, mencionando al Manchester United como uno de esos casos desafortunados.

Las dificultades en el campo

La incertidumbre táctica ha marcado la temporada del Barcelona. La campaña pasada conocíamos perfectamente el esquema de la retaguardia del Barcelona: Koundé como lateral derecho, Araujo desempeñándose como central, Christensen como pareja de Araujo y Balde como lateral izquierdo. Esta temporada, no hay nada escrito, ahora Araujo juega como lateral derecho, entra Íñigo Martínez para acompañar a Koundé, y Christensen es relegado al banquillo. Balde no termina de asentarse, y Xavi descoloca a Joao Cancelo situándolo como lateral izquierdo. Esta reestructuración ha generado dudas sobre la solidez defensiva del equipo, evidenciado especialmente en el último enfrentamiento contra el Alavés, donde la defensa mostró fragilidades que inquietaron a los seguidores del club.

El centro del campo no termina de convencer. El despliegue de Gündoğan como pivote defensivo parece desaprovechar una de las incorporaciones más relevantes del conjunto blaugrana. Puede ser que juegue bien en esa posición por su salida de balón, pero sabe a poco para un jugador con gran pegada y mucho gol si se acerca al área, pero que alejado la desperdicia. Al no funcionar Oriol Romeu en esa posición, acaba siendo cedida a Gündoğan, aunque malgastando el potencial del alemán. Lo acompañan Fermín, en un estado de forma extraordinario, y Pedri, que trata de recuperar su forma después de la lesión.

En la frontal, la carencia de un sustituto contundente para Lewandowski, independientemente del nivel al que rinda, ha expuesto una crisis latente en la plantilla. En la banda izquierda Joao Félix, que prometía aire fresco para el equipo se ha ido desinflando en el trascurso de las jornadas; y en la banda derecha no está muy claro el papel de Raphinha que en ocasiones disputa la titularidad con el jovencísimo Lamine Yamal.

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