La industria de las apuestas se rige por importantes controles por parte de las Administraciones que pretenden garantizar el juego seguro y que éste se desarrolle siempre entre estándares de máxima garantías para el usuario. Varias son las claves que deben seguir los operadores para garantizar estos estándares. Una de ellas es el control de la actividad del jugador.

La Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) establece ciertos criterios. Algunos son muy sencillos y de puro sentido común, como que existan contraseñas de acceso a los sites de apuestas. Otras son algo más complejas e implican de lleno a los propios operadores, como en análisis del comportamiento del jugador. Todas buscan generar un entorno fiable que permita al usuario desarrollar su actividad con comodidad, sin riesgos y siempre con el único objetivo de la diversión. Estos son las fórmulas de control para los jugadores:

1.- Análisis del comportamiento del jugador. Los operadores están obligados a realizar “verificaciones periódicas” durante todo el tiempo que permanezca activa la cuenta de un usuario para detectar “la correcta utilización de la cuenta de juego”. Además, es necesario avisar a las autoridades en caso de detectar que se produce algún tipo de comportamiento extraño. Este mecanismo es uno de los más eficaces en la contención del juego irresponsable y abarca hasta el más mínimo detalle, como los intentos de jugar que le pulse el usuario durante los tiempos de espera a la respuesta del sistema. Así se cazan potenciales comportamientos de juego compulsivo.

2.- Acceso sencillo y rápido a la información. La DGOJ hace que los operadores tengan obligación de mostrar de forma muy visible páginas de información sobre el juego, así como herramientas de ayuda. En el caso de operadores como Betfair, se puede encontrar en la primera página del site, casi al mismo nivel visual que la posibilidad de acceder a fórmulas de juego como las apuestas u otros servicios autorizados del operador.

3.- Registrar la “trazabilidad de las operaciones de juego”. Es obligatorio que las casas de apuestas puedan informar con transparencia y detalle de todos los movimientos realizados por la cuenta de un usuario, desde el saldo, hasta las apuestas pasando por el tiempo de juego dedicado.

4.- Al final de cada sesión de juego el operador está obligado a mostrar al jugador un resumen claro, conciso y sencillo de la actividad de juego realizada por el usuario que incluya datos clave, como las cantidades apostadas, los premios logrados o el saldo vigente del usuario al cierre de la sesión.

5.- Una de las medidas más importantes de control al jugador son aquellas que fomentan la autolimitación del usuario. Todos los operadores deben ofrecer a sus jugadores controlar la actividad. Pueden ser controles sobre múltiples facetas del juego: saldos, tiempo de juego o pausas temporales de autoexclusión.

6.- El usuario puede también fijar unos límites económicos a su actividad, de tal manera que no podrá apostar más de lo establecido en esta medida autoimpuesta. Además, para evitar cambios repentinos de opinión, su aplicación debe ser inmediata desde el momento en el que se comunica al operador.

7.- Existen servicios de juego gratuito en operadores de apuestas que abarcan desde apuestas per se sin necesidad de invertir ni un euro, hasta otras opciones de juego diferentes a apostar. Sin embargo, la norma obliga a que, si se pasa de una aplicación gratuita a otra que no lo es, se debe informar al usuario, además de requerirse “la constitución previa de registro de usuario y cuenta de juego”. También se procederá a advertir “las prohibiciones subjetivas de acceso al juego”.

8.- Un método sencillo, pero muy eficaz de control al jugador es aquel que fija la obligación de no incitar al jugador a recuperar sus pérdidas mediante la plataforma de juego. Es decir, que cuando el usuario no logra ganancias, el operador no puede incitarle al juego para recuperar lo apostado.

9.- Por último, los usuarios deben obligar a que el jugador tenga contraseñas de acceso a su cuenta. Parece una fórmula de control sencilla y evidente, pero debe aplicarse con elevado celo. La DGOJ recomienda que los operadores implementen esta fórmula mediante procedimientos de autenticación de identidad que impidan que una misma cuenta sea usuaria por diversas personas, o que menores puedan tener acceso al juego mediante el uso de las contraseñas de adultos.

Juego Seguro. 18+ Juega con Responsabilidad.