Examinado con lupa: El juego entre menores
Controles de identidad, prohibición de apostar en eventos de menores... son algunas de las medidas más importantes para proteger a los menores.

Juego Seguro. 18+ Juega con Responsabilidad.
La actividad del juego está vetada a los menores de edad, que no podrán acceder por norma a esta fórmula de ocio, ni a través de internet, ni a través de plataformas digitales. Esto es lo que dicta una normativa que, como toda ley, puede tener agujeros por las que se cuelan las irregularidades. Para evitar que los más jóvenes puedan burlar la ley y jugar de forma irregular, la Administración Española ha fijado controles que refuerzan este objetivo.
Doble verificación
En el caso del juego online estatal, los operadores que tienen licencia también deben comprobar que la edad de los usuarios está por encima de los 18 años. Para hacerlo, el usuario, que se identifica siempre con su nombre, apellidos y DNI, deberá introducir su fecha de nacimiento. Estos datos están cruzados con la base de datos de la Dirección General de la Policía que se refuerza la veracidad de las identidades y se evitan posibles irregularidades.
Mensajes de advertencia
La Administración también obliga a los operadores a introducir dentro de sus páginas mensajes de advertencia que recuerden que está prohibido jugar si el usuario que quiere hacerlo es menor de edad. Los logotipos que se usan son los que están a disposición en la Dirección General de Ordenación del Juego.
Mercados prohibidos
A estas medidas también se une otra poco conocida, pero relevante. La administración, en su afán de “establecer una nítida separación entre el ámbito de los menores de edad y el de todo tipo de apuestas de cara a evitar la banalización de los riesgos de la actividad de juegos y apuestas por parte de los menores”, prohíbe a los operadores de juego con licencia abrir mercados de apuestas sobre actividades deportivas protagonizadas casi de manera íntegra o íntegra por menores de edad.
Horarios con límite
Por último, y dentro de la tarea de concienciación y educación de la Administración, el Código de Conducta que vehicula la publicidad de apuestas en nuestro país establece en qué horarios y en qué medios se puede emitir la promoción de esta actividad para evitar que las campañas puedan incitar a los más jóvenes a acercarse al juego.