La maldición de Davidovich

Tan cerca y a la vez tan lejos. Cuando todos los caminos conducían a que por fin, Alejandro Davidovich-Fokina conquistaría su primer título ATP, la mala suerte, sumado a las malas decisiones y quizás, la presión, fueron determinantes para que el malagueño sufriera la madre de todas las remontadas y como ocurrió en Delray Beach, volviera a desaprovechar varias bolas de partido. Ni el propio Alex De Miñaur, rival en la final, se podía creer que el título no viajase para Málaga. Con la de Washington, el número 19 del ranking, suma su cuarta final perdida como profesional y continúa con una maldición que arrastra desde sus primeros pasos tenísticos.

El final más cruel posible

Cinco meses después de su última final, el destino quiso regalarle a ‘Foki’ el mejor regalo de bodas posible. Casado hace apenas unas semanas, tras su participación más que notable en Wimbledon, cayendo en tercera ronda ante Taylor Fritz, la pista dura y Washington parecían ser el sitio idóneo para acabar con esa maldición. En un ATP sin los cuatro tops mundiales, parecía un buen escenario para romper el maleficio. Sin embargo, el cuadro no pudo ser más exigente. Munar, Lear Tien, Fritz, con el que parecía prácticamente eliminado y Ben Shelton fueron los rivales que fue dejando por el camino para plantarse en una final histórica. Por último, De Miñaur sería la última prueba en el camino, pero quizás, la más dura.

El inicio del encuentro no pudo ser mejor. Un set muy igualado en el que el acierto del español fue decisivo para acabar llevándose la manga por 7-5. Sin embargo, a partir del segundo set llegó el dominio australiano. Un parcial de 6-1 dejó muy tocado al tenista malagueño que rápidamente cedió el set para jugárselo todo en el último. De hecho, el inicio fue inmejorable. Break arriba al comienzo del último set, dejaba prácticamente en bandeja la final para Davidovich que gozó de ventajas como 4-1 y 0-30, 5-3 al saque y 30-0 o incluso tres bolas de partido. Todas ya con 5-4 y ventaja. Tres oportunidades que se le escaparon, de hecho por sólo 16 milímetros. Esa fue la distancia que dejó al hispano sin su primer trofeo ATP. Ya con todo igualado, el australiano fue infinitamente mejor en el Tie Break.

Sin títulos ATP

Montecarlo, Acapulco, Delray Beach y, por último, Washington, han sido testigos de esa maldición que sigue perdurando. En 2022, Stefanos Tsisipas privó al español de la victoria en un encuentro que se llevó el griego por 2-0. Tomas Machac, en México fue el siguiente. El checo, a priori inferior, se la llevó por el mismo resultado. Sin embargo, estas dos últimas han sido durísimas a nivel mental. Si esta ante Alex fue difícil de digerir, su derrota en Delray Beach fue incluso peor. En aquella ocasión, cayó ante Miomir Kezmanovic cuando vencía por 5-2 al resto. Es decir, como en esta ocasión, contaba con un break arriba en el último set.

A partir de ahora, lo siguiente será empezar a recuperarse físicamente y mentalmente de esta semana y pensar ya en el US Open, cita que arrancará el próximo 27 de agosto.

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