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De candidato a MVP a ser el blanco de todas las críticas. Luka Doncic ya sabe que en Dallas no le van a tolerar una temporada más así. El equipo tejano ha pasado en un año de jugar las finales de la Conferencia Oeste a ni siquiera poder jugar por el Play-In que dio acceso a los Play-Offs.

El desastre fue mayúsculo y la cabeza del técnico Jason Kidd será cobrada -salvo milagro- en las próximas semanas. Será la primera salida de unas cuantas más que hay programadas y que podrían incluir a un Luka Doncic que ve con impotencia cómo su equipo no está a la altura de las expectativas.

El esloveno tiene contrato garantizado para las próximas tres temporadas y en la cuarta podría renovar automáticamente con el equipo en el que esté. La duda reside en si seguirá en unos Dallas Mavericks que le están dando motivos para no creer en el proyecto tras traer a Kyrie Irving en el mercado de fichajes en febrero y resultar un auténtico fiasco.

Dallas ha cosechado un balance de 9 victorias y 16 derrotas con la nueva pareja, siendo un equipo muy vulnerable en defensa y poco fluido en ataque. Doncic e Irving han mezclado como el agua y el aceite y está claro que uno de los dos deberá abandonar el barco de los tejanos este verano. Todo apunta al segundo, pero el hartazgo de un Doncic ya de vacaciones es evidente.

Las tentaciones de Luka

El jugador sabe que tiene mucho mercado y que equipos de grandes ciudades como los Knicks o los Clippers están abiertos a la opción de moverse este verano. Doncic puede verse tentado de pedir el traspaso, tras no sentir el cariño de un equipo que no le ha protegido ante las críticas por un presunto sobrepeso que no le ha impedido promediar 32.4 puntos, 8.6 rebotes y 8 asistencias por partido.

Luka espera que Dallas mueva ficha, pero la realidad es que existe una corriente crítica con el jugador, al que cuestionan su complicada convivencia con otras estrellas en el equipo. Irving no es el primero que no ha funcionado al lado de Doncic, Kristaps Porzingis tampoco salió bien cuando estuvo junto al esloveno ni tampoco otro All-Star como Spencer Dinwiddie.

Doncic sabe que, a sus 24 años, tiene todavía mucha carrera por delante en la NBA, pero que quizá emular a su mentor Dirk Nowitzki -quien jugó 21 temporadas en los Mavericks- es algo más que complicado teniendo en cuenta que el equipo no consigue piezas que le encajen.

Fichajes que saquen una sonrisa

Dallas, con tal de contentar a Luka, podría intentar acometer fichajes fáciles y baratos como los hermanos Hernangómez -con los que la estrella tiene una magnífica relación- o traer al técnico que le lanzó al estrellato como es Pablo Laso. Cualquiera de esos movimientos podría contentar a un Doncic que a día de hoy no se ha manifestado sobre su futuro.

El jugador espera una respuesta contundente del equipo en este mercado de fichajes. Dallas es una franquicia que ha conseguido títulos en la NBA y tiene un mercado bastante importante para atraer jugadores. El problema, dicen muchos, es que el dueño Mark Cuban -otrora un tiburón de las finanzas- quizá se haya cansado de su juguete y esté buscando venderlo este mismo verano. Todo son rumores, pero las habladurías en la NBA nunca son buenas para la estabilidad de un proyecto.