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Paula Badosa comenzó el torneo de Roma con una misión: Avanzar lo suficiente para meterse entre las primeras 32 clasificadas del ránking WTA. Puede parecer algo banal, pero es un logro importantísimo en la antesala de un Grand Slam... si no que se lo pregunten a otras de las favoritas.

Y es que quedan apenas diez días para el inicio de Roland Garros y después de Roma se determinará el orden de los 32 cabezas de serie para el torneo parisino, por lo que Badosa necesitaba un impulso de última hora para no ser uno de los ‘cocos’ del cuadro.

La catalana se jugaba que le pudiera caer cualquier tenista del cuadro en la primera ronda, es decir, podría jugar en su debut contra, por ejemplo, Iga Swiatek, sin dudas la mejor tenista del mundo.

Objetivo conseguido: evitar a las mejores

Por eso es tan importante lo que ha conseguido en Roma. Con su gran actuación en el torneo italiano, ha sumado los puntos suficientes para meterse en el top 30 y será cabeza de serie en el próximo Roland Garros.

De este modo evita un choque contra alguna de las ocho primeras del ránking, como Aryna Sabalenka, Elina Rybakina, Jessica Pegula o la propia Swiatek, hasta, por lo menos octavos de final.

Una gran alegría para una Badosa que está creciendo poco a poco en la gira de tierra batida europea y apunta a un gran resultado en París, donde su tope fueron los cuartos de final que consiguió en 2021.