Juego Responsable
¿Qué hacer si tienes problemas con el Juego?
La medida más recomendada es ponerse en manos de expertos para ayudar a detectar el problema y buscar una solución.
Cuando una persona ve afectada su capacidad para poder autocontrolarse, siendo incapaz de aplazar el impulso o deseo por jugar, se considera un jugador patológico que atraviesa un problema psicológico.
Uno de los mayores problemas que gira en torno a este juego patológico es la detección, porque el primer paso del jugador afectado siempre es negarlo. En caso de detección, usualmente verificado por un familiar o persona del entorno del jugador, lo más recomendado es acudir a profesionales especializados en el tema porque es difícil que un ludópata pueda dejar de jugar sin recibir ayuda, por mucha fuerza de voluntad que tenga o declare tener.
Además, muy pocas veces la ludopatía tiene una sola causa o circunstancia que la genere, por lo que requiere de la intervención de especialistas. Es frecuente que el ludópata tenga ciertas características de personalidad inmadura, miedos, sentimientos de inferioridad y falta de responsabilidad.
La cercanía de la familia en estas situaciones es muy importante y su entorno debe entender que se trata de una enfermedad y asumir la responsabilidad de acompañar y ayudar al paciente en el proceso de tratamiento.
¿Cuáles son las consecuencias del Juego Patológico?
Los jugadores patológicos tienden a tener una serie de problemas en distintas áreas de su vida a causa del juego. Estas consecuencias son las siguientes:
Psicopatológicas: en el ámbito personal el ciudadano presenta tristeza, ansiedad, depresión, irritabilidad.
Familiares: en el entorno familiar y de pareja empieza a existir una desatención familiar, falta de comunicación, alteraciones en la sexualidad, etc.
Laborales y Académicas: en la situación laboral u académica disminuye su rendimiento en el trabajo, desmotivación, faltas injustificadas, lo que puede propiciar el abandono del trabajo u estudios, despidos, etc.
Sociales: en el entorno social hay desatención de las amistades, disminución de las actividades de ocio, pérdida de relaciones significativas, etc.
Consumo de sustancias: en algunos casos uso y abuso de tabaco, alcohol y/o cocaína, entre otras sustancias adictivas.
Económicas: en el plano económico hay deudas y problemas de dinero relacionados con el juego.